Aunque algunas de estas herramientas pueden ser muy útiles para aportar ideas, desarrollar la estructura básica de un artículo o generar titulares publicitarios pegadizos, la redacción propiamente dicha puede resultar complicada.
A medida que proliferen las herramientas de escritura con IA, será fundamental que los profesionales del marketing de contenidos y del SEO examinen sus contenidos para asegurarse de que son auténticos, fiables y libres de plagio.