Un reciente estudio científico señala que, la inteligencia colectiva existe. La capacidad de trabajar en grupo de manera eficiente depende de la dinámica de funcionamiento del grupo. Esta dinámica, a su vez, estaría en función de la “sensibilidad social” de los miembros de cada equipo, entendida como tal la capacidad de ser flexibles en la asignación de ocupaciones y de hacer partícipes a todos los miembros en la resolución de los desafíos. La investigación también reveló que la presencia de mujeres en los grupos resulta fundamental para que se dé un rendimiento colectivo óptimo.
Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores realizaron dos estudios que consistieron en organizar a 699 personas en grupos de entre 2 y 5 individuos para que realizaran tareas diversas: desde resolver puzzles hasta llevar a cabo negociaciones, torbellino de ideas o juegos.
Para registrar las interacciones de los participantes, los científicos equiparon a éstos con distintivos electrónicos portátiles que proporcionaron registros completos de los patrones de conversación de los grupos, revelando la tendencia de éstos a seguir turnos.
El análisis de todos los datos obtenidos reveló, en primer lugar, que el grado de inteligencia colectiva de los equipos supuso entre un 30 y un 40% de diferencia en la capacidad de rendimiento de éstos. Además los investigadores descubrieron que la eficiencia de los grupos no dependió de las habilidades individuales de sus miembros. Para determinar este punto, muchos de los participantes también realizaron tareas similares a las asignadas a los grupos, pero por separado. Su media de inteligencia individual no predijo de manera significativa la eficacia de los equipos a los que pertenecían.
Los datos revelaron que el nivel de inteligencia colectiva era equivalente a la proporción de mujeres en cada equipo, ya que estas poseen un mayor grado de "sensibilidad social". Según los investigadores, esto no significa que no haya hombres con habilidades sociales superiores a algunas mujeres sino que, simplemente, las personas con mejores habilidades sociales son las que ayudan a aumentar el rendimiento grupal.
Aplicación en organizaciones
Los investigadores creen que los resultados obtenidos podrían aplicarse a muchos tipos de organizaciones y que sería muy interesante realizar pruebas para predecir cómo funcionarán ciertos equipos frente a los problemas que se puedan presentar en dichas organizaciones.
Como corolario la investigación demostró también que sería posible aumentar la inteligencia de los grupos de trabajo, bien cambiando a algunos miembros o bien enseñando a los equipos la mejor manera de interactuar.
Para registrar las interacciones de los participantes, los científicos equiparon a éstos con distintivos electrónicos portátiles que proporcionaron registros completos de los patrones de conversación de los grupos, revelando la tendencia de éstos a seguir turnos.
El análisis de todos los datos obtenidos reveló, en primer lugar, que el grado de inteligencia colectiva de los equipos supuso entre un 30 y un 40% de diferencia en la capacidad de rendimiento de éstos. Además los investigadores descubrieron que la eficiencia de los grupos no dependió de las habilidades individuales de sus miembros. Para determinar este punto, muchos de los participantes también realizaron tareas similares a las asignadas a los grupos, pero por separado. Su media de inteligencia individual no predijo de manera significativa la eficacia de los equipos a los que pertenecían.
Los datos revelaron que el nivel de inteligencia colectiva era equivalente a la proporción de mujeres en cada equipo, ya que estas poseen un mayor grado de "sensibilidad social". Según los investigadores, esto no significa que no haya hombres con habilidades sociales superiores a algunas mujeres sino que, simplemente, las personas con mejores habilidades sociales son las que ayudan a aumentar el rendimiento grupal.
Aplicación en organizaciones
Los investigadores creen que los resultados obtenidos podrían aplicarse a muchos tipos de organizaciones y que sería muy interesante realizar pruebas para predecir cómo funcionarán ciertos equipos frente a los problemas que se puedan presentar en dichas organizaciones.
Como corolario la investigación demostró también que sería posible aumentar la inteligencia de los grupos de trabajo, bien cambiando a algunos miembros o bien enseñando a los equipos la mejor manera de interactuar.
fuente: http://www.tendencias21.net/Demostrada-la-existencia-de-la-inteligencia-colectiva_a4929.html
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