¿Para qué sirve la formación ética?

La formación ética de los estudiantes es uno de los asuntos más preocupantes en la actualidad. Es que destacados profesionales dedicados al estudio de la conducta humana observaron que los alumnos egresan de los colegios con amplios conocimientos técnicos, pero escasa práctica de los valores que dan sentido a la vida; además, no hace falta un análisis especializado para darnos cuenta de este problema. Por todo esto, insistimos en esta disciplina y anhelamos ver resultados concretos en la actuación cotidiana.

La ética nos enseña cómo vivir bien

La ética estudia el comportamiento del hombre en la sociedad y analiza sus actos como buenos o malos desde el punto de vista de la moral. Antonio Caso, filósofo mexicano, sostiene que la ética busca la respuesta a un problema fundamental que el hombre debe resolver: ¿Cómo se puede vivir bien en el mundo? Afirma que no se puede vivir bien sin una moral que oriente nuestras vidas y permita la convivencia armónica con los demás. 

La ética no consiste en justificar nuestros actos, sino en conocer y comprender claramente las relaciones que se establecen entre el actuar humano, los valores y las normas que rigen en la vida social.

Relación con otras disciplinas sociales
Para guiar al hombre hacia lo bueno, la ética debe conocerlo en su totalidad, y para ello se vale de otras disciplinas sociales, entre ellas la psicología, la sociología, la antropología, la historia, la economía y el derecho.

  • La psicología estudia los fenómenos mentales y la conducta de las personas, y aporta a la ética los conocimientos sobre el mundo interno de cada individuo: el carácter, el temperamento, las virtudes, los vicios, etc. En fin, ayuda a la ética a descubrir y comprender las verdaderas intenciones de cada persona en los actos que ejecuta. José Ortega y Gasset decía que “el psicólogo tiene que transformarse en buzo y sumergirse bajo la superficie de las palabras, de los actos, de los pensamientos del prójimo; lo importante está detrás de todo eso”. En este sentido, su aporte a la ética es de mucha utilidad.
  • La sociología, al abordar el estudio del comportamiento del hombre como ser social, ayuda a la ética a desarrollarse considerando las característica de ese ser que vive condicionado por la sociedad y recibe de ella un sistema de valores y normas: las lenguas, las artes, las religiones y la moral son todos frutos de la mentalidad social.
  • La antropología proporciona a la ética una base fundamental al estudiar al hombre, ya que tiene como punto de referencia al hombre. La antropología analiza la moral de los pueblos y las culturas y brinda a la ética la experiencia necesaria para comprender el desarrollo moral de las diferentes culturas.
  • La historia estudia los hechos pasados de los pueblos y aporta a la ética información sobre los cambios que han sufrido el ideal de moral de cada pueblo o civilización. A partir de estos datos, la ética analiza si la moral ha progresado o no y en qué forma. 
Es decir, la formación ética debe dar las herramientas necesarias no sólo para saber qué es lo socialmente valorado, sino además dar la posibilidad de que el alumno pueda asumir con autonomía las razones por las cuales se califica algo como bueno y que el alumno quiera y sepa actuar efectivamente en correspondencia con lo que sostiene como valor. 

Se trata entonces de adquirir saberes y competencias que le permitan no sólo discernir qué es bueno sino además saber por sí mismo por qué es bueno, querer hacer el bien y saber hacerlo. 

De esta manera, se trata de aprender teórica y prácticamente a conocerse a sí mismo y a los demás, a desarrollar una ética de la responsabilidad, la solidaridad y el respeto por el otro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario