25 años sin Borges

El escritor argentino falleció el 14 de junio de 1986. Pese a los años que lo separan de la actualidad, aún es el referente de la literatura argentina.


Estaba en contra de la ignorancia, era de carácter fuerte, sarcástico y duro, hasta consigo mismo (sus comentarios acerca de su ceguera lo confirman), y no dejaba pasar por alto ninguna tontería.

Jorge Luis nació el 23 de agosto de 1899. Vivió en dos siglos, una razón más para entender la duplicidad reinante en su vida, esa que lo enredó entre la realidad y la ficción.

Su educación se dividió entre Argentina y Europa. En su país conoció aquello que tanto lo marcó en sus textos, el arrabal. Fue el barrio de Palermo el que le dio la posibilidad de toparse con prostitutas, compadritos y cuchilleros. Después, recorrió Londres, París y Ginebra, donde la familia Borges se instaló ni bien estalla la Primera Guerra Mundial.

Esta duplicidad es clave en su literatura. Esta valentía proveniente del manejo del barrio y tintes de clase pudiente e instruida son los que lograron que a los 6 años inicie su carrera como escritor. Tenía una biblioteca sumamente culta que lo arengaba a diario: Borges dedicó días enteros a la filosofía, la poesía, la historia, la narrativa. Un verdadero aleph. Al año, con sólo 7 de vida, ya había escrito su primera pieza.

Estudió y enseñó; fundó revistas, escribió manifiestos, se mezcló con intelectuales de todo el mundo; y fue tanto amigo como enemigo de grandes intelectuales argentinos como Bioy Casares, Sábato y Victoria Ocampo.

Tuvo una personalidad política fuerte, no quería ni a peronistas ni a antiperonistas; tampoco estaba seguro de inclinarse por la derecha o por la izquierda, aunque muchos asegurasen lo contrario.

Y si bien su reconocimiento fue tardío, alcanzó la universalidad, esa que tanto aspiraba en su historia de la infamia. Fue traducido a idiomas y culturas tanto cercanas como lejanas. Fue distinguido con innumerable cantidad de premios alrededor de todo el planeta.

El amor que le dedicaba a la literatura le impidió formar una familia tradicional hasta que una joven lo entendió y lo supo acompañar como él pretendía. Pero la eternidad, algo que tanto lo obsesionó, no estaba destinada para él. En 1985 se casó con María Kodama, publicó su último libro: "Los conjurados". Un año después, en junio de 1986, murió en aquella ciudad europea que tanto le dio, Ginebra.

Hoy está enterrado en el cementerio de Pleinpalais, cerca de personalidades literarias que tanto lo marcaron como Voltaire.

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