Vivir en sociedad es algo que se aprende. Desde el nacimiento, en los primeros años con la familia y luego en la escuela (observando, hablando e imitando a los demás) asimilamos cómo hay que comportarse, que valores son importantes y también vamos adquiriendo ciertos hábitos y formas de actuar.
Los diferentes medios de comunicación son innegables agentes socializadores que a medida que transcurre el tiempo van adquirendo mayor protagonismo. Aunque muchos cuestionan el papel de los medios y su intervención en la vida de la sociedad, la realidad es que estos se transformaron en una ventana al mundo y al espacio donde los seres humanos podemos aprender muchas cosas, entre ellas como comportarnos en sociedad.
Por lo que, aparte de entretener e informar, los medios masicos de comunicación (en especial los audiovisuales) cumplen un papel destacado en la socialización, sobre todo en la infancia y en la adolescencia: los niños y jóvenes (según un informe de Family Fundación de 2009, el típico adolescente ve aproximadamente tres horas de televisión diarias) aprenden formas de hablar y de moverse, encuentran modelos a quienes imitar, conocen y toman ciertos hábitos y distintos comportamientos.
En rigor de verdad, no solo el segmento poblacional indicado arriba percibe los efectos de los medios masivos. La sociedad en su conjunto recibe una influencia cada vez mas fuerte de parte de los diferentes medios. Por ejemplo:
- Aportan la mayor parte de la información que conocemos
- Fijan los temas de conversación que desarrollamos en los diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana.
- Imponen modas.
- Nos inducen a comprar determinada clase de productos, instalando marcas y gustos.
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