Buscando una Internet útil y segura

Aunque los comienzos de Internet se remontan a la década del ’60, es recién desde el comienzo del siglo XXI que su utilización se expande fabulosamente: en 2011 se calcula que 
la cantidad de internautas, en todo el mundo, supera los 2.000 millones.

En Argentina, en la actualidad, hay más 5.000.000 de hogares con servicios de banda ancha, y 12.000.000 de argentinos y argentinas utilizan redes sociales.

Estos números demuestran el inmenso impacto que las llamadas “tecnologías de la comunicación y la información” (TICs, la televisión, teléfonos celulares, Internet…) tienen en nuestra vida cotidiana y, sobre todo, en el modo en que nos comunicamos entre nosotros y con el mundo.

Para los niños, niñas y adolescentes, las TICs son el modo “nativo” de comunicación entre ellos y de interacción con el mundo, por eso se los llama nativos digitales. En octubre de 2010, UNICEF realizó una investigación sobre el uso de las redes sociales entre los adolescentes, que mostró que estas –sobre todo Facebook– son las herramientas de comunicación más utilizadas por la amplitud de posibilidades de que brindan los muros, el chat, los videos, las fotos y las aplicaciones de juegos, preguntas o encuestas.


Como padres y madres, estas nuevas formas de comunicación plantean una serie de desafíos a la hora de garantizar los derechos de los jóvenes y de protegerlos de los riesgos que existen en el ciberespacio. 


¿Qué caracteriza a las personas con carisma?


Todos podemos detectar a las personas carismáticas, pero si nos detenemos para preguntarnos qué criterios utilizamos, probablemente tendremos un problema, ya que detectar el carisma es algo parecido a amar, sabemos hacerlo pero resulta difícil ponerlo en palabras.

El carisma personal es una mezcla de habilidades sociales y emocionales complejas. Esta unión tan especial hace que las personas carismáticas puedan influir sobre los demás en un nivel emocional muy profundo, puedan comunicarse de forma eficaz y establecer fuertes conexiones interpersonales.

El profesor Ronald E. Riggio, afirma que sus elementos fundamentales son:

- Expresividad emocional. Las personas carismáticas son capaces de expresar sus sentimientos de manera espontánea y genuina. Esto les permite incidir sobre los estados de ánimo y las emociones de los demás. De hecho, todos conocemos a personas carismáticas que parecen "iluminar toda la habitación" cuando entran.

- Sensibilidad emocional. El carisma está ligado a la habilidad de leer las emociones de los otros. Esta capacidad le permite a las personas carismáticas conectar emocionalmente y responder de forma efectiva ante los sentimientos que percibe.

- Control emocional. Las personas carismáticas tienen la capacidad de controlar y regular sus expresiones emocionales. Ellos no suelen "perder los estribos" y, por lo general, son muy buenos actores cuando el momento lo requiere.

- Expresividad social. Se trata de la habilidad de comunicar de forma verbal y la capacidad de involucrar a los otros en la interacción social. Las personas carismáticas son conversadores expertos y muy entretenidos. Esto implica que nos afecta su expresividad emocional pero que también nos dejamos convencer por sus argumentos.

- Sensibilidad social. Esta es la habilidad para leer e interpretar las situaciones sociales, ser capaz de escuchar a los demás, y estar "en sintonía" con ellos. Las personas carismáticas son discretas y sensibles con su entorno.

- Control social. El carisma versa fundamentalmente, sobre la habilidad de desenvolverse con soltura y simpatía en los diferentes ambientes sociales. Esto les permite encajar con todo tipo de personas.

No obstante, más allá de estas características, lo más importante es que las personas carismáticas saben dosificar estas habilidades ya que cualquiera de ellas en exceso pueden ejercer el efecto contrario (basta pensar en Robin Williams o Jim Carrey, dos personas simpáticas pero no carismáticas ya que su expresión emocional rebasa los límites de lo socialmente aceptable).

El Vicegobernador de la provincia de Corrientes, presentó el Programa El Colegio al Senado


El vicegobernador, Pedro Braillard Poccard, recibió al Rector del Colegio Yapeyú, Augusto Fernández, quien se interiorizó sobre el Programa “El Colegio al Senado”. El funcionario provincial aprovechó la oportunidad para dejar abierta la invitación a colegios públicos y privados de la provincia.





En el marco del esquema de Fortalecimiento Institucional del Senado de la Provincia de Corrientes, en la mañana del jueves visitaron al Vicegobernador, Pedro Braillard Poccard, el Rector del Colegio Yapeyú, Augusto Fernández y el profesor Javier Ramón Abrigo Liechti, titular de las materias de Derecho Económico y Formación Ética y Ciudadana, con motivo de interiorizarse y formar parte del Programa “El Colegio al Senado”.

En el encuentro también estuvo presente Alejandro López Desimoni, quien se encargó se explicar el lanzamiento del Programa “El Colegio al Senado” que tiene como objetivo la formación de ciudadanos interesados en la cosa pública, la difusión de la tarea de los representantes del pueblo y el fortalecimiento institucional de los valores republicanos y democráticos.

A su turno, el Vicegobernador expresó que la invitación estará abierta para colegios públicos y privados. Los interesados podrán conocer el recinto, la biblioteca y entrevistarse con Senadores, mencionó.

Ante la coincidencia de estos valores con los que sustenta el Colegio, los representantes se mostraron conformes y se acordó la visita de estudiantes de la institución en los próximos días

fuente: http://www.corrienteshoy.com/vernota.asp?id_noticia=106115

Una tira que dice mucho




UNICEF recauda fondos para prestar asistencia y salvar a más de 1 millón de niños cuya vida corre peligro en el Sahel

Conforme inicia la temporada de hambruna en la región africana del Sahel, UNICEF lanza una gigantesca campaña de recaudación de fondos para ayudar a más de un millón de niños que corren el riesgo de morir de desnutrición grave aguda.

UNICEF estima en 120 millones de dólares las necesidades para alimentar al millón de niños menores de cinco años, que precisarán un tratamiento salvavidas contra la desnutrición aguda grave. Hasta ahora sólo se ha cubierto el 32% de esa cantidad.

A 30 años de una absurda guerra

El 2 de abril de 1982, tropas argentinas desembarcaban en Puerto Argentino, y la Junta Militar encabezada por Leopoldo Fortunato Galtieri anunciaba la recuperación de las Islas Malvinas. La respuesta británica fue contundente, y dos meses después, retomaban el control del archipiélago. El repaso de un conflicto que dejó 649 muertos, cientos de heridos, y una huella imborrable en toda la sociedad argentina.



¿Cómo compatibilizar un reclamo legítimo, histórico, con una guerra evitable, dolorosa, que costó la vida de cientos de argentinos, en su mayoría jóvenes con poca preparación militar en sus espaldas? ¿Cómo separar la posibilidad de recuperar un territorio usurpado de la oportunista decisión de un gobierno ilegítimo que buscaba un poco más de oxígeno para extender su estadía en el poder?
La historia argentina tiene en el 2 de abril de 1982 una fecha marcada a sangre y fuego. Por primera y única vez, el país entabló una guerra contra una fuerza extranjera, que incluyó batallas por tierra, mar y aire. Y que concluyó de la peor manera: una derrota dolorosa e imborrable para la sociedad toda.
Pocos sabían de los planes militares de entonces. Desde los primeros años de la dictadura, la posibilidad de un conflicto armado apuntaba exclusivamente a Chile, por la disputa por la soberanía de los hielos continentales. Incluso, tropas argentinas estuvieron largo tiempo movilizadas a la frontera cordillerana. Malvinas no parecía estar en la agenda.
Sin embargo, en diciembre de 1981, Leopoldo Fortunato Galtieri reemplaza en la presidencia de facto a Roberto Viola, y desde el primer día mira hacia las Islas como la concreta posibilidad de recuperar algo de sustento en la sociedad, y evitar lo inevitable: la salida democrática.
La decisión estaba tomada: el fracaso de los constantes intentos diplomáticos para recuperar la soberanía de las Islas (ocupadas por Gran Bretaña de manera ilegal e ilegítima desde 1833), y la falta de un elemento concreto para que los militares continuaran en el poder (la "subversión" ya había sido largamente derrotada) marcaban el camino de la ocupación militar como el único posible.
No había marcha atrás: ni la mediación de los Estados Unidos, ni el pedido de la Iglesia medraron la decisión de Galtieri de recuperar las Malvinas por la fuerza. El 2 de abril de 1982, unos 5 mil hombres al mando del general Mario Benjamín Menéndez desembarcaron en Puerto Stanley, más tarde rebautizado como Puerto Argentino.
Los 49 marines ingleses que conformaban la pequeña guarnición encargada de la custodia del archipiélago fueron capturados y trasladados a Montevideo junto con el gobernador Rex Hunt.